¡Hola una semana más a mi blog!
Espero que os parezca interesante un tema como éste, ya que los tenemos tan interiorizados que muchas veces no nos damos cuenta.
La violencia de género es un concepto que está muy presente en la actualidad.
Todos sabemos lo que es, pero, todavía no se sabe delimitar muy bien la frontera entre lo que es violencia de género y lo que no. Esto puede apreciarse, en muchas ocasiones, entre los adolescentes, puesto que consideran muchos episodios de violencia de género como algo “normal” en la pareja que se justifica con frases como “lo hace porque me quiere” o “ha sido algo puntual que no volverá a pasar”.
Muchos de estos episodios de violencia de género que se dan entre las parejas adolescentes están propiciados por las ideas que se nos han inculcado a lo largo de nuestras vidas sobre los roles de hombre y mujer y las características, actitudes y comportamientos que ambos deben tener por el mero hecho de serlo, que es a lo que denominamos estereotipos de género. Además, a esto se unen aquellos mitos sobre el amor que nos han grabado a conciencia desde la niñez a través de películas, cuentos y demás que narran cómo debe ser el “amor verdadero” y que, de no darse de ese modo, no es amor verdadero.
Coral Herrera Gómez, en unos de sus artículos publicados en su blog, habla sobre el amor romántico, adjuntando lo siguiente: “Nos hacen creer que sufrir es inevitable cuando nos enamoramos, que la violencia es producto de la pasión, que los celos y las muestras de posesividad son pruebas de amor, que los malos tratos en los tsunamis emocionales son consustanciales a las relaciones de pareja.
Nos normalizan y romantizan la violencia para que creamos que es una muestra de cuánto nos ama él, que el amor lo puede todo, que si aguantamos algún día quizás suceda algo mágico que cambie todo y podamos ser felices.”
El amor es un sentimiento asociado con el cariño y el afecto, sin embargo, las formas de comprender, expresar, definir y vivir ese “sentir amor” son construcciones socioculturales. Las cuales están íntimamente relacionadas con la asociación de la mujer y la feminidad como proveedora de afectos y cuidados, con la asignación del rol de esposa y madre y, en consecuencia, con organizaciones sociales como el matrimonio o la familia.
Estos mitos, además de estar cargados de estereotipos sexistas, presentan un ideal de relación de pareja perfecta totalmente utópico, lo que puede provocar, en muchas ocasiones, frustraciones y malas sensaciones en la pareja que pueden llegar a ocasionar situaciones violentas.
Así, consideramos que es importante trabajar los estereotipos, sobre todo los de género, los mitos del amor romántico con adolescentes puesto que estos son la base de la violencia de género y, para poder prevenirla, es necesario, en primer lugar, romper con algunas de estas bases que la forman.
Espero que os haya gustado ésta entrada, la considero muy importante ya que es algo que no nos ponemos a pensar muchas veces ya que lo tenemos interiorizado.